Jesús habló del dinero más que de cualquier otro tema. ¿Por qué? Porque el dinero tiende a ser uno de los competidores número uno del corazón de las personas. Esta serie pretende ayudar a la gente a entender que el dinero no es un asunto financiero, es un asunto de discipulado y del corazón. Dios no quiere algo de nosotros, quiere algo PARA nosotros y eso requiere que entendamos la herramienta del dinero: cómo liberarnos financieramente, cómo ocuparnos de nuestros propios asuntos (a cada uno de nosotros se nos ha dado un negocio financiero que gestionar en nuestras finanzas personales) y cómo crecer en generosidad. Dios es un Dios generoso y su pueblo debe buscar ser conocido por su generosidad.