Experimentar los ritmos de la fe

Rooted es una experiencia de discipulado de 10 semanas en la que aprenderás las creencias cristianas fundamentales, leerás historias de la iglesia mundial y practicarás ritmos espirituales para la vida diaria que se mantendrán más allá de la experiencia establecida.

Vivirás la experiencia de Arraigados en comunidad y aprenderás de las vidas e historias de otros miembros de tu grupo. Los devocionales diarios, las preguntas para reflexionar y las sugerencias para orar te ayudarán a pasar tiempo con Dios. Después, te reunirás semanalmente con tu grupo para compartir lo que has aprendido y crecer juntos. Pedimos a los participantes que se comprometan a asistir al menos a 8 de las 10 reuniones para beneficiarse plenamente y fomentar la mejor experiencia de grupo posible.

La inscripción Rooted ha finalizado para esta sesión. Rellene este formulario para recibir una notificación cuando se abra el plazo de inscripción para Rooted en 2025.

Póngase en contacto con nosotros en rooted@willowcreek.org si tiene alguna pregunta o necesita más ayuda.

¿Preguntas sobre Rooted?

Los siete ritmos del arraigo

Muchos de los ritmos que experimentarás en Arraigados, fueron demostrados e inspirados por la iglesia primitiva en Hechos 2. Al comprometerte a practicar estos ritmos en comunidad, comenzarás a ver el tipo de crecimiento y cambio de vida que va más allá del individuo para impactar a toda la iglesia.

Devoción diaria (Hechos 2:42, 46)

La Escritura es la Palabra de Dios. A través de ella, Él nos equipa con todo lo que necesitamos para aprender acerca de Él y vivir una vida que le agrade. Un ritmo diario de lectura, meditación y aplicación de la Palabra de Dios a nuestras vidas es la clave.

Oración (Hechos 2:42)

Uno de los elementos más importantes en cualquier relación es la comunicación. La oración es precisamente eso: entablar una conversación con Dios, compartir nuestro corazón con Él y dedicar tiempo a escuchar su voz, tanto individualmente como en comunidad.

Romper fortalezas (Hechos 2:37-39)

Entendemos que todos somos vulnerables a las fortalezas. La gracia está disponible para nosotros de una vez por todas, y se nos invita a buscar la reconciliación de nuestras malas acciones. Con la ayuda del Espíritu, hacemos inventario de nuestras vidas, confesamos humilde y honestamente nuestro pecado y nos alejamos de él para dirigirnos a Dios en señal de rendición. A través de la oferta de perdón de Jesús, recibimos la verdadera libertad.

Generosidad sacrificial (Hch 2,44-45)

Dar demuestra nuestra dependencia de Dios. Reconocemos que todo lo que poseemos nos ha sido dado por Él. En Su generosidad hacia nosotros, Dios desea que crezcamos en generosidad y que utilicemos nuestros recursos como una forma tangible de asociarnos con Él en Su obra en el mundo y en las vidas de los que nos rodean. Hemos sido bendecidos para ser una bendición (Génesis 12:2).

Servir a la comunidad (Hechos 2:44-45)

Estamos llamados y equipados por el Espíritu Santo para compartir el amor de Dios participando en el ministerio de Jesús. Él nos ha dado el albedrío con Él para influir sin miedo en nuestra sociedad y en el mundo. Cuando servimos en el mundo y en Su Iglesia, impactamos a los que nos rodean y revelamos la gloria de Dios.

Comparte tu historia (Hechos 2:14-36)

El mejor regalo que podemos hacer a alguien que aún no conoce a Jesús es presentárselo. Compartir las historias de nuestras vidas es la forma más poderosa de mostrar el poder transformador y la salvación que ofrece Jesucristo. Cuando contamos nuestras historias de transformación, contamos la historia de Dios. Utiliza el marco de BLESS como una forma de compartir la vida y la fe con los demás:

  • Comenzarcon la oración
  • Escuche
  • Comer
  • Serviral prójimo
  • Compartetu historia

Adoración (Hechos 2:26-28, 46-47)

Como hijos de Dios, es importante que dediquemos constantemente tiempo a recordar lo que Dios ha hecho, a darle gracias por ello, y a ponerlo en evidencia mientras le damos la gloria. En todas las circunstancias, estamos llamados a practicar la adoración centrada en Dios.