Desde el momento en que nacemos, se depositan en nosotros expectativas que se filtran en las identidades que asumimos. Si a Jesús se le aseguró su identidad antes de salir a vivir según su propósito, ¿cuánto más necesitamos nosotros lo mismo?
Hay muchas voces que nos dicen cómo debemos ser, actuar y pensar. ¿Cómo cribar el ruido y descubrir nuestra verdadera identidad? Busquemos en la Biblia cómo podemos reflejar el carácter de Dios como personas, hombres, mujeres, padres e hijos.