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La iglesia local es la esperanza del mundo, pero ¿qué aspecto tiene la esperanza? Cuando se extiende la compasión y se persigue la justicia, las vidas cambian, se satisfacen las necesidades, se encuentra la esperanza y se da a conocer a Jesús.
Al final de cada año, damos un regalo más allá de nuestros diezmos y ofrendas para catalizar el ministerio. Nuestro Fondo de Fin de Año 2024 alimenta el ministerio y las iniciativas locales de compasión y justicia para que podamos servir a nuestra comunidad de forma tangible. A medida que aumenta la inflación, la gente se reasienta, la vivienda vacila y los puestos de trabajo cambian, la iglesia puede proporcionar estabilidad y familiaridad para seguir adelante.
Cuando donas al Fondo de Fin de Año, alimentas Compasión y Justicia local, entre otras cosas:
Creemos que la iglesia local es un poderoso agente de esperanza y transformación en nuestra comunidad. Aunque no podemos resolver todos los problemas de vivienda, inmigración, legales y de empleo, podemos responder con dignidad, consuelo y amor para aportar un cambio duradero a los necesitados.