Antes de que mi marido y yo tuviéramos hijos, decidimos una lista de valores familiares que queríamos que definieran nuestra crianza y la cultura de nuestra familia.
"Siento mucho llegar tarde..." Le dije a mi amiga sin aliento mientras me acercaba a nuestra mesa en la cafetería. Continué con una letanía de excusas que provocaron mi tardanza.
Cuando estamos perdidos en el bosque, el camino de ida es más largo que el de vuelta. Es fácil salir por nuestra cuenta, ya sea para perseguir un deseo o escapar de la realidad.
A lo largo de esta serie, nos estamos centrando en la historia del hijo pródigo de Lucas 15. A menudo nos centramos mucho en el hijo pródigo, como lo demuestra incluso el nombre que damos a la parábola, pero me pregunto...