Autoconversación para dar las gracias
Mary Olsen, escritora voluntaria, South Barrington | 16 de enero de 2025
Alegraos siempre, orad sin cesar, dad gracias en toda circunstancia; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:16-18
Soy un poco Pollyanna, así que "dar gracias en todas las circunstancias" puede ser más fácil para mí que para otros. Aun así, es algo que tengo que elegir intencionadamente. Una forma de hacerlo es hablándome a mí misma. Es muy sencillo. Cuando me doy cuenta de que me dirijo hacia el desagradecimiento, elijo cambiar los mensajes que me digo a mí misma.
Por ejemplo, esto es lo que suele ocurrir cuando corto el césped en una calurosa y húmeda tarde de verano. "Estoy muy sudado. Sólo he cortado una cuarta parte. ¿Por qué estos mosquitos me bombardean los ojos?".
Respira hondo y suspira largamente: "Gracias, Señor, porque tengo una casa preciosa y un césped que cortar. Gracias, Señor, porque mis piernas, pulmones, corazón y músculos están fuertes y sanos, y porque puedo hacer este trabajo. Gracias, Dios, porque puedo entrar en una casa climatizada cuando termino y refrescarme al instante. Gracias porque hay agua corriente limpia en mi cocina con sólo mover un dedo. Me siento tan bendecido y honrado de poder cortar este césped. Gracias, Señor, por la abundancia de bendiciones en mi vida y perdona mis quejas egoístas e inmaduras y ayúdame a corregirlas rápidamente cuando me vengan a la mente. Nota para mí mismo: Cómprate un gorro con mosquitera".
Sí, se trata de un simple problema cotidiano, pero trabajamos nuestro músculo de "dar gracias en toda circunstancia" en las pequeñas cuestiones para estar preparados para "alegrarnos siempre" cuando tengamos que levantar los pesos pesados. No quiero parecer trivial, porque yo también he experimentado un dolor indescriptible y he pronunciado las palabras "Bien está mi alma" al ver morir a seres queridos. Esta es parte de la razón por la que encuentro 1Tesalonicenses 5:16-18 ¡tan liberador! Ya no me pregunto si estoy en la voluntad de Dios o cuál es la voluntad de Dios para mí.
Próximos pasos
No siempre es fácil dar gracias por todo. Me resulta útil hacerme estas preguntas para medir en qué punto me encuentro:
- ¿Me deleito cuando pienso en el carácter y las bendiciones de Dios?
- ¿Hablo con Dios a lo largo del día sobre todo, lo grande y lo pequeño?
- ¿Estoy leyendo entre líneas las situaciones para apreciar los buenos dones de un Padre Celestial amoroso?
Si no puedo responder afirmativamente a todas estas preguntas, sé que ha llegado el momento de explorar qué puede estar obstaculizando mi camino. Considera la posibilidad de probar este ejercicio hoy mismo.
La canción I'm so Blessed de Cain siempre me levanta el ánimo. Si estás luchando con algunas de las preguntas anteriores, escucha la letra. Espero que escucharla haga lo mismo contigo.
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