"En tu ira no peques": No dejes que se ponga el sol mientras sigues enojado, y no le des pie al diablo.
Efesios 4:26-27

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¿Le gusta que le adviertan de un peligro inminente? A mí sí. Mientras hacía senderismo en el Parque Nacional de los Glaciares, vi una señal que advertía de que estábamos a punto de hacer una excursión plagada de osos pardos. Vaya, estábamos en territorio de osos aterradores. Mientras yo quería salir pitando de allí, mi marido Dave quería arriesgarse. 

Antes de casarme, mi suegra, que conocía bien a su hijo, mencionó un excelente consejo bíblico: "Cuando estés peleada con David, no dejes que se ponga el sol sobre tu enfado". En otras palabras, hablad del motivo de vuestro enfado y haced las paces antes de recostar la cabeza en vuestras almohadas separadas. 

Ese día en el sendero, tuve un conflicto con Dave: él quería la aventura y yo estaba petrificada. Resolver conflictos no forma parte de mi ADN. En lugar de eso, siempre prefiero correr, como hice aquel día en el sendero.

En Efesios, la sabiduría de Dios nos advierte que hablemos de nuestros conflictos y los resolvamos con prontitud. Sabe que cuanto más esperemos, más problemática será nuestra relación. La ira se convierte rápidamente en una montaña cada vez más difícil de escalar. 

Dios sabe que el conflicto es inevitable entre familiares, amigos y vecinos en todo el mundo. Y también sabía que sentiríamos conflicto con Él. Odio admitirlo, pero he estado enfadado con Dios - se siente casi sacrílego escribir estas palabras.

Sin embargo, también sé que Dios quiere que le diga por qué estoy enojada y que escuche lo que Él dice. Esta misma semana, estaba enfadada por mis muchas visitas al médico y la miríada de pruebas que me he estado haciendo, y me desahogué con Él.

¿Sabes lo que me respondió? Nunca te prometí una vida de cuento de hadas, Nancy, pero hoy te recuerdo que estoy contigo siempre. Y luego Él bromeó un poco conmigo; ya te he enseñado esto antes.

Y lo ha hecho. Pero ha sido una revelación relativamente reciente que puedo estar enfadada con Dios y hablar con Él en ese estado. Mientras hablo, Dios escucha, yo escucho y, por lo general, una paz inexplicable llena mi ser.

Próximos pasos

Accede a la guía del Espíritu Santo mientras tu ira hierve a fuego lento. Si es con una persona o con Dios con quien estás molesto, usa declaraciones del tipo "yo siento". También es bueno hacer las paces rápidamente porque a Satanás le encanta explotar el resentimiento para amargarnos y llenarnos de odio. ¡Me encanta Hablar con Jesús!