Caín y Abel
Mary Olsen, escritora voluntaria, South Barrington | 27 de enero de 2025
Entonces el Señor dijo a Caín: "¿Por qué estás enojado? ¿Por qué tienes el rostro abatido? Si haces lo que es justo, ¿no serás aceptado? Pero si no haces lo que es justo, el pecado está agazapado a tu puerta; desea poseerte, pero tú debes dominarlo." Caín dijo a su hermano Abel: "Salgamos al campo". Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
Génesis 4:6-8
Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: Debemos amarnos unos a otros. No seáis como Caín, que era del maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus acciones eran malas y las de su hermano eran justas..
1 Juan 3:11-12
Mi curiosidad humana quiere saber qué ocurrió en aquel campo justo antes de la muerte de Abel. Dios habla directamente a Caín. Caín invita a su hermano al campo. Abel parece ir de buena gana, y entonces, "mientras estaban en el campo", Caín mata a Abel. Si esto fuera una película, este momento omitido sería una escena crucial. Se nos dice que Caín estaba enfadado y abatido. ¿Quería Caín simplemente desahogarse, y las cosas se torcieron, o el asesinato fue premeditado? ¿Abel se sintió reconfortado o arrogante o luchó inmediatamente por su vida? Dios habla directamente a Caín con una actitud de segunda oportunidad. Haz lo correcto, y será aceptado. Lo siguiente que sabemos es que está matando a su hermano.
Me resulta mucho más fácil culpar y enfadarme que ser amable y dejar de lado mi ego. Mi ira no se manifiesta abiertamente. Evito el conflicto. En lugar de eso, ensayo una conversación en mi cabeza en la que salgo como el héroe o soy compadecido como la víctima. Ninguna de las dos cosas es saludable. El rencor, el comportamiento pasivo-agresivo o el tratamiento silencioso son tan perjudiciales para las relaciones como los arrebatos.
La Biblia nos dice lo que es sabio. Es Dios quien nos habla directamente. ¿Nos humillamos ante el Dios de toda la creación y restauramos las relaciones, o salimos furiosos a hacer más daño porque nos sentimos bien en ese momento?
Imagina a Abel avanzando hacia su hermano con amor y no evitando la tormenta. Imagina a Caín tragándose su orgullo y diciéndole a Able: "Me alegro por ti, hermano. Ayúdame a aprender también a agradar a Dios". Entonces Caín habría sido recordado para siempre en la Biblia como el hermano que cambió su maldad y sus celos y demostró el amor de Dios.
Próximos pasos
"Cuando estés enfadado, pregúntate primero: "¿Cuál ha sido mi contribución a la situación?". Entonces, estarás en mejores condiciones para manejar el conflicto. Quizá el siguiente paso hoy sea dejar de vivir enfadado. Ese rencor que creías haber dejado atrás, ¿sigues reviviendo la situación en la que eres el héroe o la víctima? Empieza por replantear en tu mente a la otra persona como portadora de la imagen de Dios.