Aplicación Power In
Anokina Shahbaz, escritora voluntaria, Huntley | 9 de diciembre de 2024
"Por eso, todo el que escucha estas palabras mías y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Bajó la lluvia, crecieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se derrumbó, porque tenía sus cimientos en la roca. Pero todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Bajó la lluvia, crecieron los torrentes, soplaron los vientos y golpearon contra aquella casa, y cayó con gran estrépito."
Mateo 7:24-27
¿Te gusta asistir a talleres de desarrollo personal tanto como a mí? Si tu respuesta es no, no dejes de leer. Creo que todavía puede haber algo para ti en las próximas palabras.
Disfruto con el proceso de aprendizaje, desde la atención plena y el alivio del estrés hasta la creación de mejores hábitos y el aprovechamiento del poder de la inteligencia emocional. Y con la accesibilidad de Internet, hay una plétora de opciones en línea. Al hojear los muchos cuadernos que he ido recopilando a lo largo de los años y que contienen las joyas de estos talleres, me acuerdo de la gran cantidad de información y consejos que tengo al alcance de la mano. Pero la cuestión no es cuánto sabemos, sino cuánto de lo que sabemos ponemos en práctica.
El mundo está lleno de conocimientos, pero Jesús vino a darnos algo mucho más grande. Nos ofrece el don de la sabiduría y nos enseña a aplicarla. Se le llama "Consejero maravilloso" (Isaías 9:6), alguien a quien debemos pedir consejo. Pero ese consejo es ineficaz si permanece en nuestra mente y no se manifiesta en nuestras acciones; pierde su potencia. Hay poder en la aplicación.
No quiero construir mi casa sobre arena; no quiero ser tonta. Y, sin embargo, es tan fácil seguir llenando cuadernos, asistiendo a los talleres, hablando de querer cambiar, sin avanzar nunca en la dirección del crecimiento. Quizá sea procrastinación, quizá sea miedo, o quizá nuestros hábitos estén demasiado arraigados. Pero no podemos ser sólo oidores de la Palabra; también debemos tomar la Palabra e impregnar con ella nuestras acciones. Las enseñanzas de Jesús tienen que penetrar en nuestros pasos, porque Su "palabra es una lámpara para mis pies, una luz en mi camino" (Salmo 119:105).
Lo que elegimos para mantenernos en pie importa ahora más que nunca porque, mis queridos hermanos y hermanas, las tormentas vendrán , las lluvias caerán a cántaros, y los vientos soplarán y golpearán contra nuestra casa. ¿Estaremos preparados? ¿Se mantendrá en pie nuestra casa porque tiene sus cimientos en la roca de la Palabra de Dios? Quizá no podamos controlar el tiempo, pero podemos prepararnos para lo peor. Tenemos la capacidad de poner en práctica la sabiduría que Jesús comparte con nosotros. Seamos sabios y apliquémosla. No se requiere taller.
Próximos pasos
- Pasa algún tiempo en oración y pregúntale a Dios cómo puedes poner en práctica lo que te ha estado enseñando.
- Habla con un amigo sobre cómo habéis aplicado las enseñanzas de Dios en vuestra vida cotidiana para animaros mutuamente.