Es pecado despreciar al prójimo,
pero bienaventurado el que es bondadoso con el necesitado.
Proverbios 14:21

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Durante una jornada de formación como profesor de secundaria en la ciudad de Elgin, un señor nos habló de los alumnos que aprenden inglés como segunda lengua. Describió una tarea en la que se les pedía que escribieran sobre su fin de semana. Proyectó en la pantalla una respuesta escrita a mano: "Fuimos a haya. El agua estaba mojada". A continuación, nos contó que pidió a la clase que escribiera la misma historia en su primera lengua. El alumno que escribió dos frases cortas en inglés escribió una página entera en español. El presentador tradujo verbalmente: "El sol dorado de la mañana brillaba en las delicadas ondulaciones mientras las olas besaban suavemente la arena...". Ya te haces una idea. Me quedé atónito. 

Cuando leo "bondadoso con el necesitado" en el versículo de las Escrituras de hoy, lo primero que me viene a la mente son las necesidades económicas, pero este versículo podría aplicarse realmente a las necesidades emocionales, relacionales, físicas, educativas o espirituales. La mejor manera de no "despreciar" a alguien es comprenderlo. A través de la comprensión, empezamos a empatizar, y es más fácil ser amable con alguien necesitado. 

La brillantez de este alumno estaba camuflada por una barrera lingüística. El ejercicio me abrió los ojos para ver con más claridad su trayectoria como inmigrante y, por tanto, no juzgar su inteligencia ni la de los demás por su vocabulario. A través de la comprensión, creció mi empatía. 

Más tarde, al haber crecido en esta comprensión, pude relacionarme mejor con mi compañera de idioma de Myanmar. A través de una organización sin ánimo de lucro que ayuda a los refugiados, me emparejaron con una mujer que quería mejorar su inglés mediante la conversación. Aprendí muchas cosas sobre su vida en Myanmar, como que creció sin electricidad en una vivienda de una sola habitación con suelo de tierra. Ahora puede utilizar un ordenador para inscribir a sus hijos en las clases del distrito del parque. Sabe leer y escribir en los dos idiomas, y teniendo en cuenta que las formas escritas del birmano y el inglés son completamente diferentes, ¡me parece impresionante! Su falta de conocimientos nunca debe confundirse con su inteligencia bruta. Fue un honor conocerla. 

Parte de la condición humana es hacer suposiciones, pero cuando las dejamos de lado y buscamos comprender, crecemos en comprensión y empatía. Jesús rompió las suposiciones y murió por cada individuo. Ciertamente, me resulta bastante fácil dedicar unos minutos a conocer su historia. Una vez que soy consciente de su lucha, es fácil ser amable.

Próximos pasos

Quizá puedas ser introspectivo y evaluar honestamente a quién ves como inferior. ¿Hay algún grupo de personas que ni siquiera esté en tu radar? Reza para tener la oportunidad de crecer en bondad, y Dios pondrá a algunas personas en tu camino. Cuando lo haga, mira primero a la persona escuchándola. Entonces florecerá la bondad.