No está solo
Lindsey Jodts, Pastora de Grupos, South Barrington | 12 de junio de 2024
"Simón, Simón, Satanás ha pedido tamizaros a todos como trigo. Pero yo he orado por ti, Simón, para que tu fe no desfallezca. Y cuando te hayas vuelto, confirma a tus hermanos".
Lucas 22:31-32
...pero como Jesús vive para siempre, tiene un sacerdocio permanente. Por eso puede salvar completamente a los que por él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder por ellos.
Hebreos 7:24-25
En el cajón de mi mesita de noche hay un fajo de notas escritas a mano que llegó a mi casa en otoño de 2019. Estaba en medio de una temporada oscura y difícil en mi viaje de salud mental y no había visto a mis amigos o compañeros de trabajo en semanas. Estaba luchando, y me sentía sola en ello -incluso con mi familia viviendo en mi casa.
Las notas habían sido recopiladas por una amiga íntima que compartía mi afición por el correo y las cartas manuscritas: una colección de tarjetas, bocetos y oraciones de amigos y compañeros de trabajo de los que me había aislado. Recuerdo las lágrimas que se me caían al leerlas, y de vez en cuando las saco y las hojeo para recordar que hubo gente que me vio cuando estaba más sola. Esas notas son sagradas para mí: simples palabras de amigos, sí, pero sé que el aliento de Dios estaba en las palabras escritas en esas tarjetas.
El enemigo no quería nada más en esa temporada que yo creyera que estaba completamente solo. Cuando estamos luchando contra el pecado, atrapados en la soledad, o luchando con algo que se siente más grande que nosotros mismos, el enemigo hará cualquier cosa para hacernos creer que estamos abandonados a nuestra suerte. El busca contarnos una historia de que nadie nos creerá, nadie nos perdonará, y nadie nos amará hacia un camino mejor. Esas mentiras son sencillamente falsas.
Las palabras de Jesús en Lucas 22 nos muestran que Jesús anhela interceder por nosotros. Él ve los intentos del enemigo de frustrarnos y distraernos y, como Dios que todo lo sabe, tiene el poder de interceder por nosotros. Como es plenamente humano, comprende la lucha que se libra cuando el enemigo ataca -véase Mateo 4-, de modo que Jesús no se toma a la ligera su papel de intercesor. Su poder es mucho mayor que cualquier cosa que el enemigo pueda imaginar, pero aun así sabía que los que iban a experimentar la tentación, como Pedro, necesitarían oír que no estaban solos en sus luchas.
Incluso en nuestras noches más oscuras, nuestras luchas más duras, nuestras horas más solitarias, el Rey de toda la Creación está con nosotros y para nosotros: en nuestros corazones, en nuestras oraciones y en el amor y las palabras del cuerpo de creyentes que nos acompaña.
Próximos pasos
Pasa tiempo en oración siendo honesto con Jesús sobre lo que está pasando en tu vida. ¿Hay alguna fortaleza contra la que estás luchando? ¿Estás creyendo una mentira del enemigo? Jesús quiere caminar contigo e interceder por ti. Acércate a alguien en quien puedas confiar para que camine contigo a través de esta temporada.
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