Sigue llenando el depósito
Dan Lovaglia, Pastor del Campamento Paradise | 11 de junio de 2024
¿Cómo puede un joven mantenerse en el camino de la pureza?
Viviendo según tu palabra.
Te busco con todo mi corazón
no permitas que me desvíe de tus mandamientos.
He escondido tu palabra en mi corazón
para no pecar contra ti.
Salmo 119:9-11
Cuando estaba en sexto curso, memoricé mi primer versículo largo de la Biblia. No procedía de un hogar cristiano. Dios, la iglesia y la Biblia me eran extraños, y memorizar las Escrituras también. Pero de alguna manera, asimilé Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia; en todos tus caminos sométete a él, y él enderezará tus sendas".
No sé cuántas veces me vienen a la mente estas palabras. Tampoco puedo decirles con qué frecuencia influyen en mis pensamientos y acciones. Me han guiado, animado y evitado que hiciera alguna estupidez durante la mayor parte de mi vida. Pero esto no es todo lo que hay en mi depósito, y sé que dos versículos no bastan para contrarrestar todo lo demás que hay en mí.
Todos empezamos a memorizar desde que nacemos. A veces a propósito. Es mucho lo que absorbemos por el camino. Al final, está todo ahí: desde el abecedario, los colores y los números hasta letras de canciones, citas de películas y palabras de cuatro letras. Todos somos una mezcla en nuestro interior. Cuando el mundo empieza a arremolinarse a nuestro alrededor, necesitamos la capacidad de oír la voz de Dios en medio del desorden.
Llenar nuestros depósitos memorizando Su palabra puede desbloquear nuestros corazones y redirigir nuestros pasos. En el Salmo 119:9-11, el salmista hace una pregunta fantástica: "¿Cómo podemos mantenernos puros en nuestro camino en la vida?". La respuesta es clara: "Vivir según la palabra de Dios". Tenemos que prestar atención a nuestros recuerdos, experiencias y encuentros, y asegurarnos de que nuestros depósitos están llenos de lo que nos dirigirá bien en nuestro camino. Para buscar a Jesús con todo nuestro corazón, para mantenernos comprometidos con los mandamientos del Señor, no podemos dejar de guardar las Escrituras para los días lluviosos (y soleados).
Nos guste memorizar o no, o queramos hacerlo o no, no podemos negar que dejar que las Escrituras se filtren en nuestro ser nos cambia la vida. ¿Cómo lo sé yo? Porque cualquier cosa que se filtre en mi cuerpo, mente y espíritu tiene un efecto. Así como tu auto necesita combustible (no agua de estanque, gelatina o baterías AA) para funcionar, tú funcionas mejor cuando tu tanque está lleno de lo correcto. Cuando sigues llenando tu tanque con la palabra de Dios, Su voz tiene una mejor oportunidad de evitar que peques contra Él.
Próximos pasos
¿Te apetece un reto? Practica hoy llenar tu depósito con el Salmo 119:9-11 o Proverbios 3:5-6. Invita a un amigo a memorizar contigo uno de estos pasajes de las Escrituras. Luego observa con qué frecuencia Dios usa Su palabra para guiar tus pasos esta semana y la siguiente.