Además, he oído el gemido de los israelitas, a quienes los egipcios esclavizan, y me he acordado de mi pacto. Por tanto, di a los israelitas: Yo soy el Señor y os sacaré del yugo de los egipcios. Te libraré de ser esclavos de ellos, y te redimiré con poderosos actos de juicio. Te tomaré como pueblo mío, y seré tu Dios. Entonces sabrás que yo soy el Señor tu Dios, que te saqué del yugo de los egipcios. Y te llevaré a la tierra que juré con mano levantada dar a Abraham, a Isaac y a Jacob. Te lo daré en posesión. Yo soy el Señor.
Éxodo 6:5-8

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Cuando lees las historias de la antigüedad, ¿puedes sentir que Dios te habla? Cuando leo este fragmento de las Escrituras, puedo sentir que Dios me prometió las mismas cosas que prometió a los israelitas. Dios les dio Su palabra, que es una promesa porque, a diferencia de nosotros, Él hará todo lo que dice que hará. Es difícil creer que Dios es bueno cuando te enfrentas a la opresión o a las pruebas. Es difícil creer que las promesas de Dios son para ti cuando has estado esperando mucho tiempo para que Dios responda tu oración. 

Ahí es donde encontramos a los israelitas en Éxodo. Las penurias y la esclavitud eran todo lo que conocían. Cada día lo único que tenían que esperar era más angustia. ¿Te sientes identificado? ¿Tienes días, meses o temporadas en las que no ves, escuchas o sientes a Dios en ninguna parte? Tengo. En diciembre de 2019, llevaba dos años de matrimonio y me sentía miserable mientras me sentaba frente a mi esposo en la cama de nuestra habitación con gran temor de que mi matrimonio terminara antes de que realmente comenzara. Esa noche me fui a la cama sintiéndome como los israelitas: gimiendo, pidiendo ayuda, desconsolada, confundida y deprimida. 

Pero Éxodo 2:24-25 dice: "Y oyó Dios su gemido, y se acordó de su pacto con Abraham, con Isaac y con Jacob.  Así que Dios vio al pueblo de Israel y Dios lo supo". ¿Qué tan reconfortante es saber que Dios nos ve y sabe por lo que estamos pasando? No solo eso, sino que Él ya tiene una solución en su lugar. Los israelitas clamaban a Dios y Dios estaba preparando a Moisés para que fuera el líder que los sacaría de Egipto y de la esclavitud. 

Esperar que Dios responda y se mueva es difícil, pero 2 Corintios 12:9 dice: "Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad". Experimenté el poder de Dios en mi debilidad cuando mi matrimonio llegó a su fin. Algo que debería haberme roto por completo sin posibilidad de reparación, no lo hizo. De hecho, Dios me mantuvo en una paz que sobrepasaba todo entendimiento. No estoy diciendo que no tendrás días de gemir y llorar, pero el llanto puede durar toda la noche, y el regocijo viene por la mañana (Salmo 30:5). Este versículo no es literal. Solo significa que sí, los tiempos pueden ser difíciles y es posible que te encuentres más abajo que tocar fondo, pero ese no es el final de la historia. Dios tiene una solución para tus problemas. 

Dios sabía quién sacaría a los israelitas de la esclavitud todo el tiempo. Dios sabía que tendría un carnero en la zarza para Abraham para que no tuviera que sacrificar a su hijo. Dios sabía que Josué guiaría a su pueblo a la tierra prometida. El hecho de que nuestra solución aún no nos haya llegado no significa que no la haya. La alegría vendrá por la mañana. Dios te librará de todos tus problemas. Todos. En su tiempo. 

Próximos pasos

Quiero dejarlos con este versículo al que me he aferrado a lo largo de los años. El Salmo 34:17-18 dice: "Los justos claman, y el Señor los oye; Él los libra de todas sus angustias. El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los que están abatidos de espíritu". Ese es Dios prometiendo liberación a tu favor. Practica confiar en Él para eso hoy.

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