El siguiente paso
Colton Curry, Director de Asociaciones y Desarrollo, Compasión y Justicia | 30 de abril de 2024
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo recogeremos la cosecha si no nos damos por vencidos. Por tanto, según tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos los hombres, especialmente a los que pertenecen a la familia de los creyentes.
Gálatas 6:9-10
Crecí mochileando en las montañas del sur de Colorado con mi familia. Era nuestra versión de unas vacaciones que hacíamos todos los años alrededor de la semana del 4 de julio. Recuerdo que una vez, cuando tenía unos 10 años, me empezó a doler el pecho mientras íbamos de excursión. Sentía que cada vez que respiraba, alguien me apuñalaba. Me dolían las piernas y no podía respirar. Era la definición del cansancio.
Mi padre me hizo quitarme la mochila y repartió su contenido entre él y mi madre. Luego se arrodilló y me dijo que no podía quedarme donde estaba porque mi casa estaba a pocos kilómetros. Me animó a levantarme y a seguir concentrándome en el siguiente paso. Luego el siguiente paso. Luego el siguiente.
A través del dolor y el pánico de mi yo de 10 años, ese día aprendí cuánto más había dentro de mí, especialmente cuando daba pasos con una familia que podía ayudarme a soportar mis cargas.
Amigos, lo mismo ocurre con nuestra vida espiritual. Estamos en la última semana de la Celebración de la Esperanza. Muchos de nosotros hemos participado en el ayuno solidario, miles de nosotros hemos empaquetado semillas, y hemos empezado a dar sacrificialmente de nuestras finanzas para luchar contra la pobreza y la injusticia para que las vidas sean transformadas, y Jesús sea conocido. Puede que ahora te sientas cansado, que ya has hecho bastante y que has terminado. Te animo a que sigas dando pasos para terminar la carrera. Levántate y concéntrate en dar el siguiente paso. Luego el siguiente paso. Y luego el siguiente.
Próximos pasos
¿Cómo podrías colaborar con la obra que Dios está haciendo en todo el mundo? ¿Te está llamando Dios a dar con sacrificio? ¿Quizás te está llamando a unirte a un equipo de servicio? ¿Tal vez sea otra cosa? Tómate un minuto para reflexionar sobre lo que Dios podría estar llamándote a hacer.