Porque todo lo que se escribió en otro tiempo, para nuestra enseñanza se escribió,
para que por el aliento de las Escrituras tengamos esperanza. Que
que el Dios de la paciencia y del aliento os conceda vivir en tal
armonía unos con otros de acuerdo con Cristo Jesús, para que juntos
glorifiquéis unánimes al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Romanos 15:4-6

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Debo admitir que me gusta mucho más leer las historias del Antiguo Testamento que las del Nuevo. Siempre me sorprende cómo me identifico tanto con esas historias. 

Recuerdo haber leído la historia de Gedeón en Jueces 6 y haber conectado con ella. Dios lo llamó para hacer un gran trabajo, y antes de decir que sí, le contó a Dios todas las razones por las que él no era la persona adecuada y por qué se había equivocado al elegirlo. Incluso le sugirió a Dios quién creía que sería mejor, su hermano mayor. Aunque siguió adelante con los planes de Dios, le pidió confirmación, una señal con un vellón. Gedeón se mantuvo animado permaneciendo cerca de Dios. Acudió a Dios con todas sus preguntas y preocupaciones, y Dios estuvo con él en cada paso del camino. 

Me animó mucho saber que cuando Dios nos llama a hacer algo, nunca nos pide que lo hagamos solos. Él estará con nosotros en cada paso del camino. 

Lo mismo ocurre con la historia de José. Tenía grandes sueños de gobernar Egipto y todo el mundo pensaba que estaba loco y que era un engreído. Resulta que sus sueños le fueron dados por Dios. Pero José no pasó de la casa de sus padres al palacio. Su vida dio un vuelco. Fue esclavo, encarcelado y olvidado, pero no por Dios. Dios estuvo con él en cada paso del camino y continuó usándolo mientras estaba en la temporada más difícil de su vida. 

¿Qué podemos decir de estas dos historias? Ambos hombres permanecieron cerca de Dios. Tanto en la cima de la montaña como en el valle solitario, permanecieron cerca del Señor. 

¿Cuál es el secreto del ánimo y la resistencia? Dios. Tanto si estás en lo alto de una montaña como en lo bajo de un valle, busca tiempo para reunirte con Dios regularmente en la oración y en la lectura de su Palabra. Romanos 15:13 dice: "Que el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que por el poder del Espíritu Santo abundéis en esperanza". Mantente cerca de Dios, y él te llenará de esperanza.

Próximos pasos

Tómate un tiempo para evaluar tu camino con Dios. ¿Existen prácticas que podrías implementar que podrían ayudarte a entablar una relación aún más estrecha con Él? Considera la posibilidad de escribir un diario, leer la Biblia u orar con un amigo de forma habitual.