Pero la sabiduría que viene del cielo es, ante todo, pura; luego, amante de la paz, considerada, sumisa, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sincera. Los pacíficos que siembran en paz cosechan justicia.
Santiago 3:17-18

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Probablemente te has encontrado con alguien que conoce el sueño divino de Dios para su vida. Y probablemente has conocido a alguien que es enfático en que Su sueño para su vida es o debería ser el sueño divino de Dios para tu vida también. Personalmente, ya me cuesta bastante averiguar hacia dónde me dirige el Señor, por no hablar de hacia dónde te dirige a ti. He experimentado los peligros de otros que dejan que sus visiones genuinamente dadas por Dios se derramen en el cuerpo de Cristo y en el mundo de manera destructiva. A medida que avanzamos como discípulos, es importante alinearnos con la palabra de Dios, ser "pacificadores que siembran en paz" no en conflicto.

Hemos pasado el mes pasado como iglesia aprendiendo de la vida de José. También hemos profundizado en cómo Dios da a su pueblo sueños divinos para que Su gloria y los propósitos del Reino prevalezcan. (Descubrir y perseguir una visión dada por Dios puede ser estimulante para los seguidores de Jesús. Este proceso de discernimiento también puede ser desalentador y confuso a veces, pero es muy gratificante descubrir hacia dónde te está guiando el Señor: hacia una profesión, una causa, una comunidad o incluso hacia una fe más profunda. Espero que el Espíritu Santo te haya ayudado a progresar en las últimas semanas, pero aquí va una advertencia que no queremos olvidarnos de compartir: Mantén tu sueño bajo control.

En Santiago 3:13-18, la Escritura deja claro que la sabiduría del mundo es intrínsecamente impía, pero la sabiduría de Dios es superior en todos los sentidos. Podrás reconocer la justicia por sus buenos frutos: bondad, humildad, pureza, tranquilidad, consideración, sumisión, misericordia, imparcialidad y sinceridad. Santiago dice que hay una manera de hacer esto de una manera claramente marcada por la paz, no por el egocentrismo, la competencia o la división.

Eso es mucho para leer, pero aquí está el punto y por qué es importante mantener su sueño bajo control: Perseguir y administrar tu sueño divino se trata de honrar a Dios en cada paso del camino sin descartar la dirección con propósito que Él da a los demás. Nuestra oración como iglesia es que nuestra capacidad colectiva de amar a Dios, amar a la gente y cambiar el mundo mientras seguimos a Jesús se expanda este año. Tu sueño divino, el mío y el de todos los demás es parte de una historia más grande que Dios está desarrollando. Seamos los pacificadores de Dios que siembran en paz, para que juntos cosechemos una cosecha de justicia como constructores de Su Reino.

Próximos pasos

¿Cómo te ha ayudado la serie Sueños Divinos a tener mayor claridad sobre la dirección de Dios para ti en esta próxima temporada? ¿Quién te ha afirmado o desafiado en este proceso? Habla con tu grupo pequeño o líder de servicio para obtener orientación y apoyo adicionales.