Tú que traes buenas nuevas a Sión, sube a un monte alto. Tú que traes buenas noticias a Jerusalén, alza tu voz con un grito, levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: "¡Aquí está tu Dios!". Mira, el Señor soberano viene con poder, y gobierna con brazo poderoso. Mira, su recompensa está con él, y su recompensa lo acompaña. Cuida de su rebaño como un pastor: recoge a los corderos en sus brazos y los lleva junto a su corazón; conduce suavemente a los que tienen crías.
Isaías 40: 9-11

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Isaías estaba recordando al pueblo de Judá que confiara en las promesas de Dios incluso en los momentos más difíciles. Les animaba a recordar que Dios es soberano. Incluso en la disciplina, Dios extiende su gracia y su amor. 

Me senté en silencio una mañana después de tener mi tiempo con Dios, y me di cuenta de que es fácil para mí creer que Dios es poderoso en poder y más difícil para mí creer que Él es también un pastor amable. A veces pienso que Dios es demasiado grande y poderoso para preocuparse de las cosas que yo necesito, casi como si no tuviera tiempo para ser un pastor amable. 

Porque no espero que Él sea gentil, no busco las maneras en que Él lo es. Pero lo es. Isaías dice que Él recoge a los corderos en sus brazos y los lleva cerca de Su corazón. Dios no está atado al tiempo, y ciertamente no se preocupa por nada. Él es Jehová Shalom, el Señor nuestra paz y también Jehová Tsaba, el Señor nuestro guerrero. Escucha al Señor que te dice: "Porque yo soy el Señor, tu Dios, que te sostiene la mano derecha, que te dice: no temas, yo te ayudaré" (Isaías 41:13). Dios es "ambas cosas a la vez", es poderoso y bondadoso. Es fuerte y bondadoso. 

Así que te preguntaré, ¿de qué manera es más difícil para ti ver a Dios? ¿Poderoso en poder o un pastor gentil? Esta temporada, pídele a Dios que te dé el don de la percepción. Pídele que te ayude a verlo como poderoso y como bondadoso. Esta temporada tómate un tiempo para detenerte y notar todas las maneras en que Dios te muestra su poder y su mansedumbre.

Próximos pasos

A principios de mes, le sugerimos que dedicara entre 30 minutos y una hora a recordar todos los hitos importantes y las formas en que Jesús le ha sido fiel. Si pudiste hacerlo, dedica algún tiempo a reflexionar sobre esos hitos importantes. Si no pudiste hacerlo, intenta dedicar tiempo esta semana, considerando intencionadamente a Dios como tu Buen Pastor.