Con paciencia se puede persuadir a un gobernante, y una lengua suave puede quebrar un hueso.
Proverbios 25:15

La respuesta suave aleja la ira, pero la palabra áspera despierta el enojo.
Proverbios 15:1

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"¿¡Qué!? ¿El llavero de mi coche ha pasado por la lavandería?". Después, el botón de "bloqueo" del llavero no funcionó. Parecía inútil. La sustitución costaría 300 dólares en el concesionario, pero un 40% menos en una cadena local de tiendas de llaves.

Acabé yendo a tres tiendas de llaves diferentes. El primero desmontó el llavero y dijo que había que cambiarlo, pero no pudieron hacerlo allí. El segundo hizo dos intentos pero tampoco pudo hacerlo. Me enviaron a 10 millas de distancia y tuve paciencia. 

Al cabo de 45 minutos, el técnico logró codificar la llave. Pero estaba atendiendo la tienda solo. Así que cuando salió de la tienda para hacer más programación en mi coche, los clientes entraban y salían de la tienda en busca de ayuda. Estaba enfadado y molesto, pero era educado. Me dio pena. Finalmente, cerró la puerta de la tienda y pidió a dos nuevos clientes que esperaran o volvieran. Esperaron sin rechistar. Me pregunté si le iban a despedir. Obviamente, intentaba equilibrar la atención al cliente dentro y fuera de la tienda. Era estresantemente imposible. 

Finalmente, el técnico llamó a la línea de ayuda. Veinte minutos después, me dice que no consigue que funcionen los botones del mando. A continuación, cierra la puerta de mi coche con la llave de contacto, por lo que no era necesario sustituirla. El técnico me dice: "Tienes una opción. Vuelva el lunes o le devuelvo el depósito hoy". Acepté el reembolso sabiendo que no había necesidad real de sustituir la llave. Pero me quedé con una pregunta persistente: ¿por qué he tenido que pasar por esta pérdida de tiempo aparentemente inútil?

Mi respuesta es que el autocontrol me permitió ser consciente de la difícil situación del técnico y empatizar con ella. Ver por lo que estaba pasando fomentó en mí un espíritu amable. Cuando me fui, me despedí con palabras de ánimo y apoyo. 

A veces, el gobernante de Proverbios 25:15 es tu propio sentimiento negativo de frustración o el deseo de devolver el golpe. Ceder al Espíritu da paso a una respuesta amable.

Próximos pasos   

Piensa en alguna ocasión en la que te hayas sentido incomodado. ¿Fue un momento para rendirse al Espíritu Santo? Si lo hiciste, ¿qué rasgo del fruto del Espíritu se hizo evidente en ti? ¿Ese rasgo abrió el camino a otro rasgo? Considera ponerte en situaciones en las que el fruto del Espíritu sea evidente en tu vida.