Como ejemplo de sufrimiento y paciencia, hermanos, tomad a los profetas que hablaron en nombre del Señor. Consideramos bienaventurados a los que permanecieron firmes. Habéis oído hablar de la constancia de Job, y habéis visto el propósito del Señor, cómo el Señor es compasivo y misericordioso.
Santiago 5:10-11

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El verano pasado fue el más duro de mi vida. Para mí fue una temporada de espera, pero aún más una temporada en la que Dios me despojó de mi autosuficiencia. Un proceso doloroso. Lenta pero seguramente las cosas de las que estaba más orgullosa en mi vida me fueron quitadas. Las relaciones cambiaron, algunas terminaron. Me sentía tan sola, tan desnuda, que ni siquiera tenía un rincón propio donde llorar. 

Además, tuve que lidiar con problemas familiares y con un trabajo cada vez más ajetreado. Una cosa difícil y desafiante tras otra y sin un final del sufrimiento a la vista. Hubo días en los que supliqué a Dios que me ayudara y cambiara mi situación porque sé que Él es más que capaz... y no lo hizo... y yo no me desmoroné. ¿Por qué? Porque el Señor estaba conmigo. Me reunía con Él cada mañana. Me aseguré de llenarme de Dios todos los días. Hice de Él mi primera prioridad. 

Antes de esta temporada, leía mi Biblia varias veces a la semana. Definitivamente oraba y tenía mi ritmo. Pero en este tiempo de prueba, mi desesperación por el Señor creció y necesitaba más de Él. Él me dio más. Mi relación con Dios es ahora más profunda e íntima. Lo he experimentado personalmente como Jehová Jireh, mi proveedor; El Roi, el Dios que ve; y Jehová Tsaba, Señor de los Ejércitos. 

Si nos fijamos en cualquiera de los profetas, o en los héroes de nuestra fe, se mantuvieron muy cerca del Señor, especialmente en tiempos difíciles. Tony Evans dice "es una decisión espiritual no rendirse hasta que Dios aparezca y se manifieste". La única manera en que podemos hacer eso y salir del otro lado mejor y no amargados es si caminamos a través de nuestra prueba con Dios paso a paso. Si estás en una temporada difícil, haz del Señor tu primera prioridad y reúnete con él todos los días. A cambio experimentarás a Dios de maneras más profundas.

Próximos pasos   

Los Salmos son un recurso maravilloso para ayudarnos a acercarnos a Dios durante las pruebas. Tómate un momento y reza el Salmo 25 a tu Padre Celestial. Nuestra esperanza está en Él.