Y el Señor Dios dijo: "El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal. No se le debe permitir que extienda su mano y tome también del árbol de la vida y coma, y viva para siempre." Entonces el Señor Dios lo expulsó del Jardín del Edén para que trabajara la tierra de la que había sido arrancado. Después de expulsar al hombre, colocó en el lado oriental del Jardín del Edén querubines y una espada flamígera que centelleaba de un lado a otro para guardar el camino hacia el árbol de la vida.
Génesis 3:22-24

... A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que da doce cosechas de frutos, dando su fruto cada mes. Y las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones.
Apocalipsis 22:2

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Ser madre me obligaba a decir locuras como: "No te lamas los pies", porque los niños pequeños creen que los pies saben bien. Mi lista de "no comer" incluía arena, arañas, lápices de colores, pasta de dientes y chicles ya masticados que encontrabas en la acera. Cuando mis hijos eran adolescentes, les preguntaba con frecuencia: "¿Qué creías que pasaría si hacías eso?". La respuesta era casi siempre un encogimiento de hombros seguido de: "Pensé que sería divertido".

Los niños pequeños desconocen los peligros cotidianos, y los adolescentes carecen de sabiduría. A veces, los padres deben hacer cosas impopulares por el bien de sus hijos. Los castigamos, les obligamos a tomar medicamentos de sabor desagradable y nos negamos a firmar registros inexactos de prácticas de conducción. El objetivo a corto plazo es la seguridad, y el objetivo a largo plazo es formar su carácter. Esperemos que, en algún momento, los niños comprendan que acciones que creían poco amables demostraban amor.

Dios tenía una lista de "no comer", pero sólo contenía una cosa: el fruto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Adán y Eva tenían que elegir. ¿Confiarían en Dios o seguirían su propio camino? La tentación de obtener sabiduría independientemente de Dios era demasiado grande, así que comieron. En diversos grados, compartimos la actitud adolescente de Adán y Eva. Queremos que se reconozca nuestra sabiduría y crear nuestras propias reglas.

Como consecuencia de su elección, Dios expulsó a Adán y Eva del Jardín del Edén. A decir verdad, el destierro parecía severo hasta que vi su beneficio. El Edén contenía otro árbol esencial, el Árbol de la Vida. Dios desterró a Adán y Eva porque si comían del Árbol de la Vida, vivirían para siempre en su estado caído. La expulsión temporal les protegió de la separación permanente de Dios. Era bondadosa porque dejaba espacio para la redención.

Apocalipsis 22:1-5 describe la nueva creación como un Edén renovado. El plan de redención de Dios cierra el círculo. El Árbol de la Vida está allí, pero no el Árbol del Conocimiento. No es necesaria una lista de "no comer". Nunca más seremos tentados a ser nuestros propios dioses. En cambio, compartiremos la gloria de Dios.

Próximos pasos 

¿Te cuesta ver la bondad de Dios en tus circunstancias o en pasajes concretos de la Biblia? ¿Puedes creer que hay más de lo que parece? Recuerda que nuestro juicio imperfecto limita nuestra visión de Dios. Luego, practica vivir por fe, no por vista.