Cara a cara
Dan Lovaglia, Pastor del Campamento Paradise | 21 de septiembre de 2023
"Pero", dijo, "no puedes ver mi rostro, porque nadie puede verme y vivir".
Éxodo 33:20
El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti
y tenga piedad de ti;
el Señor vuelva su rostro hacia ti
y te dará la paz".
Números 6:25-26
Verán su rostro y su nombre estará en sus frentes. Ya no habrá noche. No necesitarán la luz de una lámpara ni la luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará. Y reinarán por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 22:4-5
Estoy confundido. En Éxodo 33:20, Dios se niega a mostrar Su rostro a Moisés, pero en Éxodo 33:11 dice: "El Señor hablaría a Moisés cara a cara, como se habla a un amigo". ¡¿Qué demonios está pasando?! (¡Compruébelo usted mismo en Éxodo 33!)
¿Alguna vez te tropiezas cuando profundizas en la Biblia? Si no es así, no estoy seguro de que estés leyendo el mismo libro que el resto de nosotros. De hecho, hay una razón por la que no todo tiene sentido, al menos por ahora. Tú y yo no vemos toda la historia. Queda tanto por desplegar, por revelar, por presentar como realidad divina. Dios es más grande de lo que nuestras mentes y corazones pueden comprender. Y cuando tratamos de envolvernos en Él diseccionando Su Palabra, es fácil terminar menos confiados en nuestras conclusiones que antes. Tal vez te moleste que te confundan, pero creo que es un buen lugar para estar.
En lugar de centrarte en averiguarlo todo, te animo a que busques tiempo con Dios cara a cara. Ni tú ni yo podemos presionarle para que aparezca. Él lo hace en Su tiempo de acuerdo a Su carácter y promesa de hacerlo. Las Escrituras tejen un hermoso tapiz del Señor planeando estar cerca de Su creación para siempre. Él siempre ha estado presente, lo está ahora y siempre lo estará. ¿Pero lo buscaremos?
La lectura de un pasaje como la bendición aarónica de Números 6:25-26 conmueve a la mayoría de los corazones humanos. Dios quiere que sepamos que cuida de nosotros, individual y colectivamente. ¿Cómo lo sabemos? Porque toda la narración bíblica demuestra que el Señor vuelve Su rostro hacia los rostros humanos, incluso cuando no podemos asimilarlo todo o no queremos mirar atrás. Es confuso, pero también reconfortante.
Al igual que Moisés en Éxodo 33, tenemos la capacidad, a través de Cristo y la presencia del Espíritu Santo, de conectar con Dios cara a cara de la misma manera que interactúan los amigos. No, no es físicamente cara a cara, pero Apocalipsis 22 apunta a una promesa futura que es difícil de imaginar a este lado del cielo. Y por muy confundido que esté hoy, es un futuro para el que merece la pena prepararse.
Próximos pasos
Gracias a Jesús, somos justos y puros de corazón. Lee Mateo 5:8 y pídele al Señor que te dé una visión de Su carácter en acción hacia el mundo que Él creó hoy.