"Pero nuestra ciudadanía está en los cielos".
Filipenses 3:20

"No pertenecen a este mundo más que yo".
Juan 17:14

"Os he dicho estas cosas para que en mí tengáis paz. En este mundo tendréis problemas. Pero ¡ánimo! Yo he vencido al mundo".
Juan 16:33

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No estoy seguro de ti, pero en los últimos años, he sido más susceptible a la frustración por cómo van las cosas aquí en la Tierra. Por ejemplo, la forma en que se trata a la gente, la forma en que se dirigen los gobiernos, lo que se valora, y el dejar de lado a nuestro asombroso Creador. Cuando estas cosas empiezan a agitar las aguas en mi interior, me aferro al hecho de que estos problemas sólo se encuentran en el mundo, no son del Cielo. De hecho, este mundo y todo lo que hay en él es temporal. Eso sí que reduce al mínimo estos problemas mundanos. 

Aunque el mundo esté lleno de caos, como somos "ciudadanos del Cielo", podemos experimentar el Cielo en nuestras propias vidas abrazando la paz que Jesús nos ofrece. Para mí, esta paz se encuentra en saber que la incomodidad de este mundo es temporal y que mi corazón es para Dios.  

Esto nos lleva a preguntarnos, ¿cómo queremos pasar nuestro corto tiempo aquí: agitados por las cosas de este mundo u operando desde nuestra ciudadanía llena de paz del Cielo? Creo que sabemos que operar desde nuestra ciudadanía del Cielo es una elección sabia, pero en un mundo caótico, ¿qué aspecto tiene eso?  

• Es como confiar en Dios en los momentos y acontecimientos de nuestro día/semana/vida. Él es digno de confianza, y a medida que crece nuestra confianza en Él, la paz celestial se extiende dentro de nosotros.
• Se parece a amar a todos aquellos que Dios pone en nuestra esfera - pidiéndole que nos muestre cómo Él los ve en lugar de creer en nuestros propios ojos juzgadores.
• Se parece a desear y orar por un cambio importante en este mundo, no sólo un cambio de política (el cambio de política es grande, pero el asesinato ha sido ilegal durante siglos y la gente todavía lo hace), sino un cambio de corazón. Nuestros corazones tienen la atención de Dios (1 Sam 16:7), y el cambio de corazón es la especialidad de Dios. Cuantos más corazones se vuelvan hacia Él, más Cielo habrá aquí en la tierra.

Lo que no se ve operando desde nuestra ciudadanía del Cielo es vivir con un espíritu enojado o temeroso, cancelar o romper una relación por un desacuerdo, o participar en juicios o insultos. Estas son acciones de este mundo temporal.

Aunque no tenemos los detalles exactos del Cielo como lugar, sabemos que experimentaremos una paz continua y perfecta para nuestra alma, alegría en nuestro espíritu y un cuerpo nuevo y mejorado. La parte hermosa es que porque somos ciudadanos del Cielo, esa misma paz es accesible durante nuestro viaje temporal aquí en la Tierra. ¡Gracias, Jesús!

Próximos pasos 

Un aspecto clave de operar desde nuestra ciudadanía del Cielo es asociarse con Dios. Pídele a Dios que te ayude a estar en sintonía con Su Espíritu Santo y a sentir Su guía, en lugar de seguir adelante sin pensar en tus propias fuerzas y planes. 

Si aún no te has comprometido a seguir a Jesús, quizás hoy sea tu día. Cuando le sigas, Su Espíritu Santo te guiará para que te asocies con Dios. Busca un amigo cristiano con quien orar, o contacta al Ministerio de Oración Willow Creek aquí para orar con un miembro del equipo.