"Pero el padre dijo a sus criados: '¡Rápido! Traed la mejor túnica y ponédsela. Ponedle un anillo en el dedo y sandalias en los pies'".
Lucas 15:22

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Podría escribir muchas cosas sobre la historia del hijo pródigo. Yo fui un pródigo en algún momento y también lo fueron varios de mis hijos. Todos nosotros hemos estado lejos de Dios. Herimos el corazón del Padre con el pecado y la rebelión. Todos nos encontramos desesperadamente necesitados de Su asombrosa gracia. Si tan sólo pudiéramos saber qué clase de amor nos espera, estaríamos abrumados y asombrados más allá de lo creíble.

Sinceramente, creo que el padre ya tenía la mejor bata guardada en el armario del hijo. Tenía el anillo en la cómoda; y tenía los zapatos junto a la cama. ¿Por qué pienso eso? La Biblia nos dice que Dios no esperó hasta que vinimos y pedimos perdón para hacer un plan para nuestra salvación. No, la Biblia dice: "Siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". Por lo tanto, si llevas el nombre de hijo o hija por haber recibido a Jesús como Señor, se te ha puesto el mejor manto, una demostración de la completa aprobación del Padre. Un anillo ha sido puesto en tu mano, representando las riquezas que tienes en Cristo. Y, sandalias puestas en tus pies, afirmando tu filiación para guiarte de vuelta a casa.

El Hijo Pródigo es un hermoso recordatorio de lo importante que es celebrar y regocijarse en el inmerecido favor de nuestro Padre Celestial y recibir Sus gloriosos beneficios. Si estas esperando para regocijarte y celebrar. No lo hagas.

Próximos pasos 

Dedica hoy un tiempo a recordar lo que has recibido. ¿Conocías los dones que recibiste al arrepentirte y salvarte? ¿Te has dado cuenta de lo que has recibido directamente del Padre? ¡Él realmente te ama más de lo que puedas imaginar!