Más de 42.000 dólares

Jenna Brooke Carlson, escritora voluntaria, Huntley | 4 de agosto de 2023


El día del Señor está cerca para todas las naciones. Como hicisteis, os será hecho; vuestras obras volverán sobre vuestra cabeza. Así como vosotros bebisteis en mi monte santo, así beberán continuamente todas aquellas naciones; beberán y beberán y serán como si nunca hubieran sido. Pero en el monte Sión habrá liberación; será santo, y Jacob poseerá su heredad". Sobre el monte Sión subirán libertadores para gobernar los montes de Esaú. Y el reino será del Señor.

Abdías 15-17, 21

Enjugará toda lágrima de sus ojos. Ya no habrá muerte' ni luto ni llanto ni dolor, porque el viejo orden de cosas ha pasado."

Apocalipsis 21:4

En 2021, fui víctima de un fraude electrónico. Antes de cerrar la compra de mi primera casa, envié el pago inicial a quien yo creía que era la abogada de la inmobiliaria. Resumiendo, no era la abogada de lainmobiliaria y perdí 42.000 dólares.

Deseaba tanto que se castigara a las personas que me engañaron. ¿Cómo podían dormir sabiendo que le habían quitado tanto a alguien? ¿Por qué tenían que robarme a mí? Caminaba cerca de Dios y trataba de seguir una vida modelada según Él. ¿Por qué me castigaban?

Luché para que las cosas se arreglaran: con el banco, con la oficina del abogado inmobiliario... con Dios. Pero no se arreglaron. No como yo quería. Afortunadamente, mis padres me ayudaron a reunir otro anticipo, pero todo ese dinero seguía desaparecido y en manos de un delincuente que se dio a la fuga.

Cosas insondables suceden en la tierra que quizás nunca veamos arregladas. No en nuestra línea de tiempo, pero en la de Dios, lo serán. Él regresará un día. Los justos serán resucitados para vivir con él para siempre, y todas las personas serán juzgadas.

No podemos hacer ese juicio nosotros mismos, pero sabemos que Dios será justo y equitativo. Los creyentes pasarán la eternidad en el cielo con Jesús. Él enjugará toda lágrima, y no habrá más tristeza ni dolor.

Aquellos en contra de Dios y de Su pueblo que no se arrepientan serán castigados. Podemos confiar en que nuestro Dios lo hará. Mientras tanto, podemos estar seguros de que nuestro dolor y nuestros opresores no han pasado desapercibidos. Dios ve. Él sabe.

Al final, recuperé alrededor de una cuarta parte del dinero que perdí, con decenas de miles de dólares todavía por ahí en manos de Dios sabe quién. Pero Dios sabe quién tiene el control. Las suyas. Y podemos confiar en que esas manos serán justas al final.

Próximos pasos 

  1. ¿Tienes algún resentimiento por alguna situación? Ora por la situación y por las personas implicadas. Pide a Dios que te ayude a soltar y a confiar en Él.
  2. Lee Apocalipsis 21:1-27. ¿Qué palabras o frases te llaman la atención sobre el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva que han de venir?