¿Dónde reside su confianza?

Stephanie Haugen, Pastora Asociada del Campus, South Barrington | 14 de agosto de 2023

Porque nada trajimos al mundo, y nada podemos sacar de él. Pero si tenemos comida y vestido, con eso nos contentaremos. Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y en la trampa y en muchos deseos necios y perniciosos que hunden a las personas en la ruina y la destrucción. Porque el amor al dinero es raíz de toda clase de males. Algunos, ávidos de dinero, se han alejado de la fe y se han traspasado a sí mismos muchas penas. 

1 Timoteo 6:7-10


En Estados Unidos, muchos de nosotros crecemos fascinados por los ricos, el dinero y el éxito, y a menudo parece que no hay forma de escapar a su encanto. Los anuncios emergentes de mis redes sociales me tientan a preguntarme si gano lo suficiente, ya que me sugieren cómo aumentar tu cuenta bancaria esta semana. No puedo evitar mirar fijamente los coches caros que pasan por delante de mí y me pregunto cómo sería ser el conductor que va dentro. Y casi todas las noches, mis dos hijos adolescentes terminan el día viendo YouTubers famosos y hablan de cómo sería convertirse en uno de ellos, algunos de los cuales valen más de 500 millones de dólares.

Nuestro mundo nos grita que el dinero nos dará valor y felicidad. Nuestra cultura nos empuja a creer que esto es cierto y que si pudiéramos "tener un poco más..." la vida sería mejor. 

Sin embargo, la Biblia nos dice sabiamente que poner nuestra confianza en la riqueza nos dejará vacíos. 

En la parábola del hijo pródigo, el hijo menor pensaba que la riqueza le permitiría encontrar la felicidad independientemente de su padre. Representa a la mayoría de nosotros, ¿no es así? Queremos nuestra herencia o riqueza, queremos seguir nuestro propio camino y no tener que depender de Dios. Hay una guerra por nuestros corazones todos los días: ¿elegiremos poner nuestra esperanza y fe en el dinero, o elegiremos confiar en nuestro Padre celestial para que nos provea y nos dé esperanza?

Proverbios 23:5 dice: "Echa sólo una mirada a las riquezas, y se irán, porque ciertamente les brotarán alas y volarán al cielo como un águila". Este versículo es un buen recordatorio de que la riqueza, un trabajo o un negocio y sus ganancias constantes pueden estar aquí hoy y desaparecer mañana. ¿Pero Jesús? Él nunca te abandonará. Él irá delante de ti. Él proveerá lo que necesites. Puedes confiar en Él. 

Próximos pasos 

  • Una manera de crecer en tu amor a Jesús por encima del dinero es ser generoso con lo que tienes. Pídele a Dios que te muestre una persona u organización a la que podrías bendecir financieramente y dar más de lo que normalmente darías. 
  • Tómate tiempo para hacer una lista de todas las maneras, grandes y pequeñas, en que Dios ha provisto para ti. Usa esa lista para ayudarte a construir la confianza de que Él lo hará de nuevo.