Responsabilidad y perdón

Katie Franzen, Directora Central de Iniciativas Estratégicas | 25 de agosto de 2023

Que los impíos abandonen sus caminos y los injustos sus pensamientos. Que se vuelvan al Señor, y él tendrá misericordia de ellos, y a nuestro Dios, porque él perdonará gratuitamente.
Isaías 55:7

Me pondré en camino y volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Lucas 15:18


Antes de que mi marido y yo tuviéramos hijos, decidimos una lista de valores familiares que queríamos que definieran nuestra crianza y la cultura de nuestra familia. Uno de nuestros principales valores es la honestidad, pero cuanto más ejerzo de madre, más me doy cuenta de que el valor de la honestidad abarca también la responsabilidad. Para nosotros, la responsabilidad consiste en ser honestos con nuestros errores. Se trata de ser honestos sobre nuestra contribución a una pelea o a una disfunción en una relación. Permítanme decirles que enseñar responsabilidad a un niño de dos años no es tarea fácil, pero cuando miro la historia del hijo pródigo, veo este principio claramente demostrado.

El hijo pródigo se entristeció por su situación y por el daño que había causado en la relación con su padre. En lugar de culpar a otros o revolcarse en su miseria, asumió la responsabilidad y tomó una nueva dirección. Aunque fue difícil, actuó con valentía y se apoyó en la relación con su padre. ¿Cuál fue la respuesta del padre? Gracia absoluta.

Dios, el padre amoroso, no está interesado en sostener pecados sobre nuestras cabezas. Dios simplemente desea que reconozcamos honestamente nuestro quebrantamiento. Cuando reconocemos nuestros errores, se apresura a ofrecernos su gracia y su perdón, y nos recibe con los brazos abiertos. Él llama a nuestra bondad como hijos e hijas y no quiere que vayamos al auto-odio. Cuando el hijo pródigo dice: "Ya no soy digno de ser tu hijo", el padre responde tratándole bien e incluso llamándole hijo suyo. 

Ese mismo amor, esa misma gracia, está disponible de nuevo para cada uno de nosotros hoy. 

Próximos pasos 

  • Si nunca has pedido perdón a Dios, considera dar ese paso de fe hoy mismo. Te animamos a que visites willowcreek.org/faith para obtener más recursos.
  • Si has sido cristiano durante mucho tiempo, tómate cinco, diez o incluso quince minutos para meditar sobre esta pregunta: ¿en qué áreas de mi vida necesito responsabilizarme de mi quebrantamiento y también que se me recuerde hoy la gracia y el perdón de Dios?