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"Bienaventurados los pobres de espíritu,

    porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloran,

    porque serán consolados.

Bienaventurados los mansos,

    porque ellos heredarán la tierra. 

Mateo 5:3-5

¿Quiénes son las personas que consideras importantes en tu vida? ¿Y las que consideras insignificantes? 

Tal vez hay alguien en el trabajo cuyo elogio buscas por su influencia más que por su experiencia. Tal vez hay un vecino al que juzgas por la forma en que cuida de su propiedad en lugar de por la calidad de su carácter. Tal vez sea alguien en tu vida cuya lucha contra la adicción es tratada como un fracaso en lugar de como una enfermedad. Puede que a quien se haya hecho sentir menos que nadie sea a ti. Independientemente de los detalles, juzgar y valorar a los demás forma parte de la falibilidad de la experiencia humana. 

A lo largo de su vida, Jesús no pareció inmutarse por la idea que el mundo tenía de la importancia. De hecho, fue juzgado a menudo por ello: Mateo, Marcos y Lucas cuentan la historia de un fariseo que reprendió a Jesús por comer con "pecadores y recaudadores de impuestos". Llamó a pescadores para que fueran sus discípulos, en lugar de a estudiantes rabínicos dotados. Le rodeaban los impuros, los discapacitados, los de mala reputación, los marginados, en lugar de los ricos o poderosos. Comenzó su ministerio en un pueblo de pescadores y no en una gran ciudad de gente influyente. La gente corriente, los que sufren, los forasteros, los enfermos... ésa es la gente de Jesús.

Es a los marginados a quienes él es el primero en ofrecer acceso al reino de los cielos y la seguridad de su valor en el propósito y el plan de Dios para el mundo. Los pobres, los mansos, los que lloran: éstos son los que serán bendecidos, recibirán el reino de los cielos y heredarán la tierra. A pesar de su "exterioridad", Dios los ve y los valora como herederos plenos del reino. ¿Será simplemente porque se les considera insignificantes por lo que merecen este altísimo honor? Tal vez, en su marginación, los que se encuentran fuera sienten más agudamente su necesidad de la bondad y la redención de Dios y, por tanto, son más propensos a deleitarse en ella. 

El amor de Jesús no es sólo para los que parecen importantes para el mundo o para los que no lo son. Es una bendición que está disponible para todos, sólo tenemos que reconocer que la necesitamos. 

Próximos pasos 

Las Escrituras hablan con frecuencia del cuidado de los marginados -la viuda, el pobre, el huérfano- y Jesús dio ejemplo en su cuidado de las personas marginadas. ¿Dónde cuidas tú de los marginados? Si aún no lo estás, considera encontrar un lugar para servir en la comunidad. Considere la posibilidad de servir en el Centro de Atención, o haga clic aquí para encontrar una lista completa de oportunidades de servicio. 

Profundizar

Hoy es la quinta semana del libro de Mateo. Esta semana estamos en el capítulo 5. Si tiene una impresora, visite BibleGateway.com e imprima el capítulo. Puedes usar esta impresión toda la semana y marcarla. Si no, puedes escribir en tu Biblia. Luego, lee el capítulo y pregúntate las cinco W y una H.

1. ¿Quién habla y a quién?
2. ¿Dónde tiene lugar?
3. ¿Cuándo ocurrió?
4. ¿Qué ha pasado?
5. ¿Por qué ocurrió?
6. ¿Cómo ha ocurrido?