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"Por eso, si estás ofreciendo tu ofrenda en el altar y allí te acuerdas de que tu hermano o hermana tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar. Primero ve y reconcíliate con ellos; luego ven y ofrece tu ofrenda".

Mateo 5:23-24

Perdonar es difícil. Realmente lo es. Esto se debe a que va en contra de la naturaleza humana. La naturaleza humana o el instinto suelen sugerir que si alguien nos pega, debemos devolverle el golpe, con más fuerza. Del mismo modo, si alguien te hiere, tú debes devolverle el golpe. Es este tipo de mentalidad el que impregna el mundo. En muchos casos, esta mentalidad puede ser la causa de todo tipo de conflictos en nuestras vidas, en nuestras comunidades o ciudades, y en muchos países de todo el mundo. Esta es la razón por la que las enseñanzas de Jesús sobre el perdón son difíciles de seguir, y no podemos hacerlo con nuestras fuerzas.

Hay esperanza para que tú y yo aprendamos a perdonar si miramos a Jesús. Jesús es el modelo perfecto de alguien que no sólo enseñó sobre el perdón, sino que dio el ejemplo definitivo de perdón. Mientras moría en la cruz, Jesús dijo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34a). Pidió perdón por los que le pusieron allí. Nos dio el modelo del perdón. 

En última instancia, el perdón debe ser un músculo espiritual que ejercitamos para fortalecernos al hacerlo. Creo que por eso el perdón está vinculado a nuestro acto de adoración. Mateo 5:23-24 nos enseña que, cuando nos acercamos a Dios en la adoración, Él quiere que hagamos una pausa y revisemos nuestros corazones para ver si tenemos alguna falta de perdón allí. Él no puede llenar nuestros corazones verdadera o plenamente con Su amor si tenemos falta de perdón en el camino.

El teólogo estadounidense Reinhold Niebuhr dijo: "El perdón es la forma final del amor". Me gusta esta afirmación porque me recuerda que cuando elijo perdonar, estoy mostrando amor divino. Estoy eligiendo parecerme más a mi Padre Celestial cuando muestro amor a alguien a través del perdón, incluso cuando pienso que no se lo merece. El apóstol Pablo dijo : "Tened en cuenta las faltas de los demás y perdonad a todo el que os ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a los demás" Colosenses 3:13 (NLT). Por lo tanto, como seguidores de Jesús, perdonamos no sólo porque es lo correcto, sino porque es lo que Dios manda.

Próximos pasos 

Tómate un momento para reflexionar en silencio y revisar tu corazón para ver si estás albergando falta de perdón contra alguien, y escríbelo en tu diario. Luego reza y pide a Dios, a través de su Espíritu Santo, que te dé la fuerza para perdonar a esa persona. Después, si es posible, considera un plan de acción para reconciliarte con esa persona. 

Profundizar

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