No Ordinary School

Kathryn Tack, escritora voluntaria, South Barrington | 21 de junio de 2023


"Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?". Ellos respondieron: "Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas." "Pero ¿y vosotros?" preguntó. "¿Quién decís que soy?" Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".  

Mateo 16:13-16

Cuando Jesús seleccionó a los líderes, me parece que ignoró toda idea sobre qué tipo de persona podía encajar en ese papel. Los discípulos de Jesús empezaron como la mayoría de nosotros, sin formación y sin influencia en este mundo. Eran un grupo de hombres improbable para cambiar el mundo. Su aula era la carretera de la vida. Jesús entrenó a sus discípulos para sus futuros roles, colocándolos en experiencias que les permitirían aprender a través del éxito y la derrota. Él enseñaba con el ejemplo, y a medida que ellos se armaban de valor, Él los animaba más o los amonestaba, perfeccionándolos en Su escuela.

Creo que Dios prepara a los líderes con una tarea o función específica en mente. Al menos así es como yo me he sentido llamado por Dios. A través de una tarea o función específica, siento que Dios me pone a prueba para ver si puedo soportarla o creerla. En la Escritura que hoy nos ocupa, Jesús pone a prueba a Pedro para que entre en su vocación y propósito. Si Pedro iba a dirigir la iglesia, tendría que comprender la identidad de Cristo y su propósito aquí en la tierra. Pedro no pestañeó antes de responder. Con valentía declaró que Jesús era "el Cristo, el Hijo del Dios viviente". Al confesar, Pedro demostró ser consciente del propósito de Jesús. Jesús afirma a Pedro y expresa Su confianza en él.

Estoy tan contenta de que este pasaje específico esté en la Biblia. Muestra que Jesús busca a aquellos que son lo suficientemente humildes para ser moldeados en Su plan y propósitos. No tenemos que ser perfectos o instruidos en todo lo esencial. Sólo tenemos que ser lo suficientemente valientes para responder a la llamada cuando se nos confronta. ¿Estaba Pedro preparado para su siguiente papel? Pronto lo sabremos si seguimos leyendo. En este punto de la historia, Pedro espera (como la mayoría de nosotros) mientras se prepara para lo que puede estar a la vuelta de la esquina, aunque por el momento no se vea. 

Como hijo de Dios, como Pedro, Él tiene un llamado en tu vida, y Él conoce tu potencial. Él te creó. Él te ha formado y te está moldeando a la imagen de Su Hijo mientras te prepara para Su Reino.

Próximos pasos 

Dedica hoy un tiempo a reflexionar: ¿has sentido la llamada de Dios en tu vida? ¿Qué funciones o tareas te han estado preparando para la llamada de Dios en tu vida? ¿Qué te ha enseñado Dios?

Profundizar

Coge de nuevo ese impreso o tu Biblia. Hoy, marca las fases de transición que veas en el texto y luego dedica unos minutos a resumir el capítulo en unas pocas frases.