Corazón tacaño

Ed Miskovic, Escritor Invitado, Huntley | 1 de marzo de 2023


Y poderoso es Dios para bendeciros abundantemente, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis en toda buena obra. Como está escrito: "Han repartido gratuitamente sus dones a los pobres; su justicia permanece para siempre". Ahora bien, el que suministra la semilla al sembrador y el pan para el alimento, también suministrará y aumentará tu reserva de semilla y ensanchará la cosecha de tu justicia. Seréis enriquecidos en todos los sentidos para que podáis ser generosos en toda ocasión, y a través de nosotros vuestra generosidad se traducirá en acción de gracias a Dios. 

2 Corintios 9: 8-11

"¡Tacaña!", susurró mi voz interior cuando pasé junto a la mujer en un cruce de calles muy transitado. Su hijo pequeño sostenía un cartel de cartón que decía: "¡¡¡AYÚDENNOS, POR FAVOR!!!". Interferían con el tráfico. No tenía preparadas mis monedas habituales. Desestimé el susurro interior de Dios para que diera. Afloró en mí un leve resentimiento. 

Antes de llegar a la Escritura de hoy, Pablo parece instruirnos para que preparemos, dispongamos y cumplamos con nuestra obligación de dar: "Entonces estará listo como un regalo generoso, no dado a regañadientes" (2 Corintios 9: 5). Continúa diciendo que debemos dar generosamente con un corazón alegre (2 Corintios 9:6-8). Si hubiera guardado dinero en mi coche para dar, la mujer y el niño que vi podrían haber sido una buena oportunidad para ayudar a los extraños. Podría haber dado de corazón por ellos.

En los versículos de hoy, Pablo recuerda a los corintios que preparen con antelación su donativo económico para que "vuestra generosidad redunde en acción de gracias a Dios" (2 Corintios 9: 11). Pablo subraya que dar genera acción de gracias a Dios. Por supuesto, sentirse orgulloso de poder apoyar cosas como un proyecto de construcción es bueno, y saber que estás complaciendo a Dios cuando das alegremente para el fondo de fin de año es un beneficio de dar. Pero Pablo va más allá y subraya que el principal efecto de dar es la acción de gracias a Dios, no sólo por parte de los que reciben, sino también de los que dan.  

Ni que decir tiene que las personas o ministerios necesitados estarán agradecidos a Dios por su provisión. Pero, ¿qué hay de ti, el dador de regalos? ¿Reconoces que has sido bendecido con recursos para poder suplir las necesidades de otros? ¿Bendecido para poder y estar dispuesto a ayudar a alguien más?

Próximos pasos

Considere en oración las formas en que puede satisfacer las necesidades financieras de los demás. Quizá pueda empezar por conocer los servicios que ofrece nuestro Ministerio de Asistencia o por tener a mano tarjetas de regalo o dinero en efectivo para dar a los necesitados.