---

Sigue confiando en tus riquezas y caerás. Pero los amantes de Dios se levantan como flores en primavera.

Proverbios 11:28 (TPT) 

Ordena a los que son ricos en este mundo presente que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inciertas, sino que pongan su esperanza en Dios, que nos provee ricamente de todo para nuestro disfrute.

1 Timoteo 6:17 

Como sabemos, la visión perfecta es 20/20. Creo que el año 2020 también nos dio a muchos de nosotros una visión perfecta... específicamente sobre la confianza en las cosas terrenales. Prácticamente todo en lo que podíamos haber confiado, aparte de Dios, se tambaleó: los amigos íntimos, la familia, las rutinas diarias, la salud, los trabajos, las celebraciones, las inversiones, el flujo de caja y otras falsas seguridades demasiado numerosas para enumerarlas. Todos queremos sentirnos seguros e impenetrables, pero si somos sinceros, el mundo engendra inseguridad, y ganar dinero es una de sus principales mentiras para hacernos sentir seguros. Como el dinero nos permite hacer muchas cosas, creemos ingenuamente que tiene el poder de salvarnos y protegernos. Si no somos intencionales en hacer crecer nuestra relación de amor con Dios, no tendremos nada que nos sostenga cuando el dinero falle.

Entonces, ¿qué hay de poner nuestra esperanza en Dios? ¿Qué significa eso? Por lo general, y comprensiblemente, se parece a la esperanza de que nos libraremos de la pérdida, el dolor y el sufrimiento. Esperamos que Dios intervenga para que no experimentemos las dificultades y el dolor que forman parte de la condición humana. La imagen que tenemos hoy no es ésa. En cambio, es una visión de las flores que surgen en primavera. Imagina esas flores tempranas que surgen a través de la nieve. El croci, el jacinto, los tulipanes y los narcisos han soportado las gélidas temperaturas del amargo invierno y se abren paso audazmente a través de la tierra, asomándose al sol, iluminando nuestro mundo y reflejando la fuerza fiel de Dios. Este es el glorioso poder y la libertad que Dios nos invita a vivir. Cultivar una confianza íntima en Dios requiere esfuerzo y hacerlo es el camino para florecer, incluso cuando el mundo se desmorona.

Próximos pasos

• Acostúmbrate cada día a dar gracias a Dios por lo que tienes y a pedirle que aumente tu confianza en Él.
• La generosidad es una forma de reconocer que nuestro dinero pertenece a Dios y demuestra confianza en su provisión. Esta semana, pídele a Dios que te muestre una necesidad que puedas satisfacer y hazlo.
• A menudo, los pequeños hábitos nos permiten hacer crecer nuestra confianza en Dios. Intenta pensar en algo que puedas hacer regularmente que aumente tu generosidad. Algunas ideas son: comprar una bolsa extra de arroz cada vez que compras la tuya y donarla; poner un dólar para The Dollar Club en Willow cada domingo; negarte una taza de café una vez a la semana y llevar la cuenta de ese dinero para donarlo a una iglesia o ministerio.