Sólo hace falta una chispa
Scott Woods | 3 de mayo de 2022
Entonces Jesús preguntó: "¿Cómo es el Reino de Dios? ¿Con qué lo comparo? Es como un grano de mostaza que un hombre tomó y plantó en su jardín. Creció y se convirtió en un árbol, y las aves se posaron en sus ramas".
Juan 13:18-19
Crecí cantando esta canción en la iglesia, ¿te suena familiar?
Sólo hace falta una chispa para encender el fuego, y pronto todos los que están alrededor pueden calentarse en su resplandor. Así sucede con el amor de Dios una vez que lo has experimentado; difundes su amor a todo el mundo; quieres transmitirlo.
Pásalo, por Kurt Kaiser
Esta letra nos recuerda que algo muy, muy pequeño, puede ser también muy, muy importante, y tener un gran impacto en todo lo que le rodea. Esta comparación de una chispa con el amor de Dios es similar a las imágenes que utiliza Jesús cuando habla del Reino de Dios.
Cuando Jesús nos enseña sobre el reino de Dios, comienza nombrando algo muy, muy pequeño: un grano de mostaza. Esta enseñanza es sorprendente porque la mayoría de la gente cree que su reino es grande y poderoso. Y lo es. Pero Jesús quiere que veamos su reino como un lugar de crecimiento, algo que podemos compartir para que todos puedan beneficiarse.
A veces, podemos sentirnos derrotados en nuestra fe porque, espiritualmente, sentimos que no hemos "llegado" -todavía no hemos alcanzado el pináculo de nuestras propias expectativas. ¿Pero qué hay de las pequeñas pero fieles maneras en que podemos construir el reino de Dios? ¿Qué tal si compartimos una sonrisa y una taza de café con un compañero de trabajo que está luchando? ¿Qué tal dedicar un tiempo cada día a la lectura de la Biblia, sabiendo que eso plantará unas pequeñas semillas de fe dentro de ti? ¿Y si hablas con Dios cada día?
El crecimiento espiritual en el reino de Dios nunca ocurre de la noche a la mañana. Más bien, comienza con las chispas que se ven en los pequeños actos de fe, la siembra gradual de la semilla del reino que, con el tiempo, crecerá hasta convertirse en un hermoso árbol.
Próximos pasos
- Haz una pausa para orar, pidiendo a Dios que te muestre algunas formas de plantar "semillas del reino". Si se te ocurre algo, escríbelo. Luego, da el primer paso para crear esa chispa.