Este pasado fin de semanael pastor Miguel continuó Los Monstruos Internos con un mensaje llamado "Gula y Autocontrol". A lo largo de su mensaje, Miguel explicó que aunque la gula parece ser un asunto físico, está ligada en gran medida a un asunto espiritual. Cuando se trata de nuestros comportamientos adictivos, ¿estamos luchando contra ellos con las armas correctas?

Cada uno de nosotros tiene un agujero del tamaño de Dios que sólo Él puede llenar. Cuando sentimos un antojo de comida, alcohol, cigarrillos o cualquier otra cosa, Él es quien puede calmar ese antojo. Se nos dice en Juan 6:35 que cuando vayamos a Jesús, encontraremos satisfacción. Cuando tratamos de tapar ese agujero del tamaño de Dios con algo terrenal, sólo se llenará por un momento fugaz antes de que nos quedemos con ganas de nuevo.

No necesitamos el alcohol para lidiar con las inseguridades. No necesitamos los cigarrillos para manejar el estrés. No necesitamos la comida como un rápido subidón en una vida agotadora. Necesitamos a Jesús.

En 1 Pedro 5:7se nos dice que demos a Dios nuestra ansiedad. En Salmo 55:22se nos dice que echemos nuestras preocupaciones sobre el Señor. En Filipenses 4:6se nos dice que llevemos a Dios todo en oración. No tenemos que ocuparnos de ello.

Dios está aquí. Él nos ama y quiere edificarnos, no derribarnos. En lugar de convertirnos en un estacionamiento de comida rápida, en un autoservicio de café o en un mini mercado local, acudamos a Él. No necesitamos manejar este mundo por nuestra cuenta. Lo que nos lleva a la gula puede ser más grande de lo que podemos manejar, pero no es más grande que nuestro Dios.

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